La situación que guarda la huelga de la UABCS,
he aquí un recuento
Editorial MICU
Una huelga es una acción emprendida, de forma individual o por un colectivo social, que consistente en dejar de hacer alguna actividad, dentro de las funciones del colectivo o individuo, para ejercer una presión social con vistas a la obtención de un objetivo concreto. La huelga laboral es reconocida como un derecho fundamental de los trabajadores, los cuales se constituyen generalmente en sindicatos, y consiste básicamente en dejar de trabajar con el objetivo de conseguir ventajas laborales o sociales.
La huelga laboral es, por lo tanto, un mecanismo que procura lo no indefensión y/o violación de los derechos del trabajador o los trabajadores (los cuales son expresados en los contratos colectivos de trabajo) con respecto al patrón de la empresa. En México, en caso de conflicto trabajadores-patrón, el estado interviene prestando la ayuda de conciliador a través de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, mismas que tienen a su cargo la tramitación y resolución de los conflictos de trabajo que se suscitan entre trabajadores y patrones, sólo entre aquéllos o sólo entre éstos, derivados de las relaciones de trabajo.
La Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) es, por definición de su Ley Orgánica, un órgano descentralizado del Estado, es autónomo, por lo que no es ni una empresa ni mucho menos un órgano perteneciente al gobierno federal, estatal o municipal. En la UABCS existen dos sindicatos, el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (SUTAUABCS) y el Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (SPAUABCS), y quien funge como “patrón” de la universidad, por llamarlo así, es la máxima autoridad universitaria, que en este caso es el Rector.
Desde el pasado lunes 3 de este mes, el SPAUABCS estalló la huelga laboral “motivada por la administración universitaria quien ha hecho descuentos indebidos durante los años fiscales 2005 y 2006, sin que hasta la fecha hayan sido aclarados”, misma que se había prorrogado desde el semestre pasado (por ello también debe entenderse a la huelga como un mecanismo último de presión). Señalan que las autoridades universitarias “se han negado a proporcionar la información suficiente y necesaria para que el sindicato pueda corroborar los ingresos del personal y los cálculos de las retenciones, que hora dicen haber regularizado ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”.
Además de que “la Tesorería General de la Universidad estuvo entregando individual e ilegalmente, con fecha reciente, las nuevas constancias de ingresos y retenciones modificadas unilateralmente por la administración universitaria correspondientes a los mismos años fiscales 2005 y 2006”. El MICU, verdadero movimiento universitario, ha estado interesado en la información que difunden las partes, para conocer de viva voz y de una manera objetiva qué es lo que está sucediendo en nuestra universidad.
El día 6 de éste, se hizo llegar a las partes involucradas un escrito a través del cual solicitábamos información sobre el estado actual de las negociaciones. La única respuesta la recibimos del SPAUABCS hasta el cierre de esta nota, donde nos indican, que el rector ha declarado inexistente al movimiento de huelga “porque no ha habido suspensión del trabajo y por lo tanto no hay huelga, porque siguen trabajando en Pichilngue, en Loreto, Guerrero Negro, Cabo San Lucas y en Insurgentes, y en consecuencia, no se puede saber si una minoría o una mayoría de trabajadores han suspendido el trabajo”, “porque las violaciones a las cláusulas 30 y 92 del Contrato Colectivo de Trabajo no son tales, pues el asunto de las retenciones de impuestos no es materia laboral sino fiscal y por lo tanto no es competencia de la Junta Especial Número Dos para Asuntos Universitarios de la Local de Conciliación y Arbitraje, atender el caso”, “porque en el expediente no existe evidencia de que haya un acta formal de asamblea que avale el estallamiento de huelga” y “porque el sindicato ha solicitado información fiscal que nada tiene que ver con las violaciones al contrato Colectivo”.
Al respecto el SPAUABCS pide que “haya transparencia en la información fiscal”, señala que el desconocimiento de las autoridades de la huelga significa que “le han declarado la guerra a los trabajadores de base para tratar de violentar el derecho de huelga y ponerle una cortina de humo a la transparencia universitaria”, además hace un llamado a “que todos los trabajadores académicos mantengamos la calma, pero al mismo tiempo prepararnos para manifestarnos públicamente en protesta por este intento de eventual atentado al derecho de huelga”.
Lo anterior implica que ahora la Junta de Conciliación y arbitraje realice una audiencia donde cada uno de los involucrados presentará y expondrá sus pruebas, y según sustento legal, la Junta declarará la existencia o no de la huelga.
Con información contenida en los Boletines SPAUABCS 1,2 ,3 y 3.1
Editorial MICU
Una huelga es una acción emprendida, de forma individual o por un colectivo social, que consistente en dejar de hacer alguna actividad, dentro de las funciones del colectivo o individuo, para ejercer una presión social con vistas a la obtención de un objetivo concreto. La huelga laboral es reconocida como un derecho fundamental de los trabajadores, los cuales se constituyen generalmente en sindicatos, y consiste básicamente en dejar de trabajar con el objetivo de conseguir ventajas laborales o sociales.
La huelga laboral es, por lo tanto, un mecanismo que procura lo no indefensión y/o violación de los derechos del trabajador o los trabajadores (los cuales son expresados en los contratos colectivos de trabajo) con respecto al patrón de la empresa. En México, en caso de conflicto trabajadores-patrón, el estado interviene prestando la ayuda de conciliador a través de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, mismas que tienen a su cargo la tramitación y resolución de los conflictos de trabajo que se suscitan entre trabajadores y patrones, sólo entre aquéllos o sólo entre éstos, derivados de las relaciones de trabajo.
La Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) es, por definición de su Ley Orgánica, un órgano descentralizado del Estado, es autónomo, por lo que no es ni una empresa ni mucho menos un órgano perteneciente al gobierno federal, estatal o municipal. En la UABCS existen dos sindicatos, el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (SUTAUABCS) y el Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (SPAUABCS), y quien funge como “patrón” de la universidad, por llamarlo así, es la máxima autoridad universitaria, que en este caso es el Rector.
Desde el pasado lunes 3 de este mes, el SPAUABCS estalló la huelga laboral “motivada por la administración universitaria quien ha hecho descuentos indebidos durante los años fiscales 2005 y 2006, sin que hasta la fecha hayan sido aclarados”, misma que se había prorrogado desde el semestre pasado (por ello también debe entenderse a la huelga como un mecanismo último de presión). Señalan que las autoridades universitarias “se han negado a proporcionar la información suficiente y necesaria para que el sindicato pueda corroborar los ingresos del personal y los cálculos de las retenciones, que hora dicen haber regularizado ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”.
Además de que “la Tesorería General de la Universidad estuvo entregando individual e ilegalmente, con fecha reciente, las nuevas constancias de ingresos y retenciones modificadas unilateralmente por la administración universitaria correspondientes a los mismos años fiscales 2005 y 2006”. El MICU, verdadero movimiento universitario, ha estado interesado en la información que difunden las partes, para conocer de viva voz y de una manera objetiva qué es lo que está sucediendo en nuestra universidad.
El día 6 de éste, se hizo llegar a las partes involucradas un escrito a través del cual solicitábamos información sobre el estado actual de las negociaciones. La única respuesta la recibimos del SPAUABCS hasta el cierre de esta nota, donde nos indican, que el rector ha declarado inexistente al movimiento de huelga “porque no ha habido suspensión del trabajo y por lo tanto no hay huelga, porque siguen trabajando en Pichilngue, en Loreto, Guerrero Negro, Cabo San Lucas y en Insurgentes, y en consecuencia, no se puede saber si una minoría o una mayoría de trabajadores han suspendido el trabajo”, “porque las violaciones a las cláusulas 30 y 92 del Contrato Colectivo de Trabajo no son tales, pues el asunto de las retenciones de impuestos no es materia laboral sino fiscal y por lo tanto no es competencia de la Junta Especial Número Dos para Asuntos Universitarios de la Local de Conciliación y Arbitraje, atender el caso”, “porque en el expediente no existe evidencia de que haya un acta formal de asamblea que avale el estallamiento de huelga” y “porque el sindicato ha solicitado información fiscal que nada tiene que ver con las violaciones al contrato Colectivo”.
Al respecto el SPAUABCS pide que “haya transparencia en la información fiscal”, señala que el desconocimiento de las autoridades de la huelga significa que “le han declarado la guerra a los trabajadores de base para tratar de violentar el derecho de huelga y ponerle una cortina de humo a la transparencia universitaria”, además hace un llamado a “que todos los trabajadores académicos mantengamos la calma, pero al mismo tiempo prepararnos para manifestarnos públicamente en protesta por este intento de eventual atentado al derecho de huelga”.
Lo anterior implica que ahora la Junta de Conciliación y arbitraje realice una audiencia donde cada uno de los involucrados presentará y expondrá sus pruebas, y según sustento legal, la Junta declarará la existencia o no de la huelga.
Con información contenida en los Boletines SPAUABCS 1,2 ,3 y 3.1
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